A Elías, mi hijo
formas bellas
la vida en
potencia en la semilla
cruda
eventualidad de un siempre
renace así
cada verano
el soplo
mágico de estruendos
sus
implacables retrospectivas en suelo húmedo
con formas
bellas se aplaca el verde
en los
zodiacales embelecos emerge
del surtido
despierto
una sombra que
nubla el cosmos
seriado, con
los limbos suerte
la última
escapatoria desprevenida
ansiosa y
noche
2 comentarios:
Hermosa la poesía..pero fuera de la semilla, no encuentro a Elias....o no supe ver bien..
Hola, Sonia, gracias por pasar, leer y comentar...
Claro, no lo vas a encontrar porque lo escribí cuando todavía no había nacido...
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