martes, 24 de abril de 2012

IV

El archivo era vasto:

Los inventores de la escritura
imitaron los veinticinco símbolos naturales1

Durante años fueron copistas obsesivos
                                  (con movimientos desordenados)
de una realidad de ensueño
un ENTUSIASMO
que los conducía felices
al acto objetivo que constituye todo lo que está más allá... 


1. “La biblioteca de Babel”, Ficciones, Jorge Luis Borges.

miércoles, 18 de abril de 2012

III

Notas a marearevuelta

en hincapiés de redecillas

paraintimidad de la traguedad nula

que impuesta en horas tiernas

se asemeja

en cuando

a los sortijos perpendiculares

Tomate un descanso embrazos del ombligo

para salpicar intergotas en lo profundo

¡Qué lindo es el marronero de los postes de electricaenergía

siempre tan madereados como cópulas!

¿Dónde ubicarse? ¿Dónde?

domingo, 1 de abril de 2012

II

Cuando llegué

claro que no era el origen

no había nada parecido al poema anterior

Se puede decir que no se trataba de ditirambos ni de margites

eso sí

ya existían autores de comedias y de tragedias

tragedias entendidas como representación “elevada”:

acciones más nobles y personajes más egregios[1]

pero dentro de todo

el ambiente era familiar y agradable

Los comediantes recortaban papelitos

para formar sus yámbicos

los trágicos pensaban todo el tiempo

abrían libros y leían:

Una ilusión “cándida y vieja”, como viento de primavera que quisiera levantarse de los campos de nieve, o ilusión que en un vuelo quisiera desprenderse de la tristeza y de la muerte.



[1] Ver Poética de Aristóteles, capítulo IV: “Origen de la poesía y sus clases”.