viernes, 28 de agosto de 2009

XXIII

Sed de poder
es pervertir la palabra
para que parezca miedo.

Ahora intuyes
que tenerla
es apoderarse de lo otro.

Vienen hasta aquí
las voces
que juegan con el pánico:

-No se puede juntar perros con caballos.

-¿No se puede?

jueves, 20 de agosto de 2009

XXII

Corruptela del lenguaje
en la lengua sucia
la vejez indescifrable.

-Hábleme como un humano
toque el filo acústico
la abertura de la “a” en la cueva oscura.

Corruptela-acción
la vieja mirada sobre el mundo nuevo
se desvanece en los ojos mudos.

-Su cuerpo no habla
es imprecisa su dicción
¿aún discute el cálculo el poder el miedo?

Corruptela hasta lo más hondo
la turbación que transmiten
los sonidos negros.

-Me han tachado
siempre
de idealismos embebido.

Apetito abajo,
putrefacción arriba,
el lado oscuro del vocablo fantasma.

viernes, 14 de agosto de 2009

XXI

Lacónico-río
de espeso-nombre el desierto.

La mancha-perro
espera en la saliente-incendio.

El cosmos del decir
para el dócil firmamento-hoja.

Es la tachadura-nada
sin el farsante enigma de las vocales.

Implora la palabra que aparezca el fantasma-noche:
oscuridad perpleja,
dicotomía-espejo.

lunes, 10 de agosto de 2009

XX

Toca el doble sentido de la expresión
la mano deshabitada,
para abrir el lado oscuro del vocablo ausente.

Grafía-perro suspendida en un equilátero,
parsimonia de los tontos,
liquido susurro del tiempo-sema.

El ya-mundo,
la no-letra,
el suero-nema
la in-cisterna.

Grafía-perro suspendida en el equilibrio de un sintagma.
La raya infiel acelerada en tus vocales.
Miel-sustancia lacrada en el extenso océano del sentido:

El ya-mundo,
la no-letra,
el suero-nema
la in-cisterna.

lunes, 3 de agosto de 2009

XIX

La mano deshabitada
toca el doble sentido de la palabra.
El sin-decir rebota en el margen,
como aislando el primer significado.

Polisemia.

Alcanza el índice a rozar la mueca primitiva,
y el paraíso primal del hombre se abre.
Como un recuerdo de materia,
el sedimento rumiante se desgaja en partículas filiales.

Polisemia.

El procedimiento se repite,
entorpece la claridad matinal.
Los ojos se apagan a la luz,
y el triunfo es la palabra.

Polisemia.