lunes, 12 de enero de 2009

V

–¿Entonces no fue una batalla entre Apolo y Dioniso
que “...por una gran nostalgia de materia,
piden limites, días, nombres...”[1]?

–No
fue un susurro leve
el choque del puñal contra las entrañas:
la sangre brotó junto a sus vísceras
el tiempo se detuvo

–¿Hubo silencio?

–Tampoco
cantaron alegres
mucho tiempo
algunos ruiseñores esa misma noche

–Claro
ahora entiendo
no existieron héroes ese día

–Algo así

Una niebla lo contaminó todo:
los cadáveres eran colectivos
los actos
individuales


[1]La voz a ti debida, Pedro Salinas.