viernes, 5 de junio de 2009

VII

Perenne ensueño,
la gaviota acalambrada,
en pleno vuelo,
se atraganta con el agua.

Difícilmente,
los sonidos transmiten la emisión
del cuerpo entumecido ante el vocablo ausente.

Otra vez el -orror,
la no-grafía,
el lado oscuro de la voz callada.

Sempiterna en la garganta,
la gárgara muda
se enfrenta, acabada, a la existencia.

2 comentarios:

ariel tenorio dijo...

el lado oscuro de la palabra,es una mala palabra?
muy bueno me gusta la imagen de la gaviota atragantada con el agua.
saludos.

Hernán Tenorio dijo...

Gracias Ariel por tus palabras!