miércoles, 20 de mayo de 2009

III

Cubre el manto
la pedrería-lengua,
la casa sola,
el lugar-no.

La mano que sacude el fraseo
insiste con los mismos acordes:
uno detrás del otro,
todos unidos por el silencio.

Y hacia mí,
un grupo de perros:
obstinados, indeterminados, reproducidos.

El lado oscuro del vocablo fantasma.
¿Cómo se dice esto?
¿Cómo se dice aquello?

Cubre el manto
la pedrería-lengua,
la casa sola,
el lugar-no.

2 comentarios:

ariel tenorio dijo...

esa teno! el no lugar me asusta un poco, recuerdo la zona fantasma donde son condenados tres malechores en la pelicula de Superman, un lugar que es la nada, y recuerdo una frase de la tortuga montreaux: "...a veces tengo miedo, de sentir el infinito"

Anónimo dijo...

Buen poema; al menos, transmite mucho. Gracias por compartir tu blog. Saludos. Susana www.susanalizzi.blogspot.com