jueves, 11 de junio de 2009

VIII

Imperecedera corrupción de lo humano
es el lado oscuro del vocablo fantasma.
La hendija que filtra el pensamiento-nombre,
la cara encubierta de un yo-sombra.

En la parcialidad corrupta
se teje la herejía fascinada,
el signo-mácula de toda ausencia;
pretérito-presente-futuro, todos los actos de habla.

Origen, siempre, caducidad mortuoria.
El pleno y reticente sentido
cae concreto en un vacío
y despliega las alas enlutadas de la memoria,
sin saber nunca dónde se encuentra la verdadera instancia,
el lado oscuro de la palabra.

Repetida fórmula que oculta el verdadero sentido.

Es entonces que todos se preguntan:
¿Cómo se dice esto?
¿Cómo se dice aquello?
¿Qué significa, qué oculta?

Oculta la muerte y todos lo saben,
el devenir injusto,
la voz-sangre,
el lugar oscuro de la existencia.

6 comentarios:

Pilar Ana dijo...

Hola Hernán.
Yo no voy a preguntarte nada, porque yo también me he sentido débil muchas veces... Todos estamos a espensas de la muerte.

¡Ánimo!

ariel tenorio dijo...

"la gran incognita"... la morte
oscurito teno he salute.

Hernán Tenorio dijo...

Gracias totales!!!!!

Anónimo dijo...

Directo al corpus!!!!

palabradelector dijo...

Quizás se entienda leyendo alternádamente el poema y el comentario(son tantas estrofas como párrafos):

El vocablo fantasma es lo que no se ha dicho pero está en mente, quizás entredicho o dicho entre líneas, pero mientras permanesca inaudible coadyuva a lo mal hecho (corrupción).

La parcialidad que implica algo sobrentendido es origen para lo mal hecho. La imparcialidad que implica algo dicho es la fuente de lo bien hecho.

El sentido dado a algo no dicho, sobrentendido, se desvanece cuando algo mal hecho está hecho. La corrupción perpetudada.

Sucede mientras el pensamiento en mente no sea dicho.

Sucede mientras el pensamiento en mente no sea intuido, sin sobrentendidos.

Y Hernán, después de generalizar tanto en el poema, cuento cuatro absolutismos que empiezan con "t"(toda, todos, todos, todos), menciona a la calaca, tilica y flaca, catrina nunca hace falta para sentir, pero, no será que sea su visita el let motiv del poema, si es así no estoy de acuerdo en que sea ésta la aclaración de la confusión y la timidez en la vida, definitivamente.

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Al que no habla Dios no lo escucha, decimos los mx,
agua que no has de beber, déjala correr, decimos los mx, salud.

Hernán Tenorio dijo...

Memo: muchas gracias por leer con tanta profundidad mi poema y escribir este excelente comentario.

Un abrazo!!!