jueves, 28 de abril de 2011

Epopeya (segunda parte)

II

Dos días después, luego de deliberar mucho, decidimos organizarnos para montar guardia en el campamento de los Colonos. Camuflado con la maleza, observé, en mi primer día de guardia, con sorpresa y excitación, a “las Putitas del Poder” —así nos gustaba llamarlas—, cómo lubricaban con sus jugos las articulaciones de los pesados Maikel’s (una especie de armaduras gigantes construidas casi íntegramente con metales y materiales orgánicos resistentes). Bom Marley nos había contado cómo funcionaban: los soldados de Danny Jack se metían en los Maikel’s y los conectaban a su sistema nervioso central para poder darles instrucciones, como si se tratara de sus propios cuerpos. Desde mi ángulo, veía con atención a Donna Dina y Angie Star: se autofrotaban, sensualmente, con una esponja, hasta obtener un gel transparente, que luego aplicaban con generosidad sobre las articulaciones de los Maikel’s que estaban estacionados, formando filas regulares en el perímetro central del campamento. Por momentos bromeaban. Donna se acercaba a Angie y la rozaba con la esponja, Angie le devolvía el gesto y las dos se retorcían a carcajadas, hasta que el juego se convirtió en algo más, se trenzaron en el suelo, cuerpo con cuerpo, semejando a dos luchadores. Sentí algo extraño, se me erizaron los cabellos y un escalofrío placentero me recorrió todo. «¿¡Qué está pasando acá!?», se escuchó una voz que provenía de entre las piernas de un Maikel. Una cabeza asomó de pronto. Era Little Daiana que se encontraba del otro lado, haciendo lo suyo con los Maikel’s, junto a Miss Castañon y otras. Entonces, la recién llegada —con todo su cuerpo sudado de tanto frotarse la esponja— estaba completa en mi visual y se sumó, desprejuiciada, a la lucha con sus compañeras. Ensayaron llaves y torniquetes, las tres, desparramadas por el suelo seco que poco a poco comenzó a humedecerse de fluidos. Yo no sabía qué hacer, me incomodaban, pero a la vez, estaba en un estado de gran éxtasis y no sabía hasta cuándo podría controlar el impulso de arrojarme sobre ellas. Por suerte apareció mi relevo, Ferralia llegó justo a tiempo. Se acercó despacito para no hacer ruido y me preguntó qué me pasaba. «¿Estás bien?, ¿qué te pasa? ¡Pobrecito!, ¿qué te han hecho?, ¿te han engualichado las Putitas del Poder?», me susurró al oído mientras me acariciaba, comenzando por la frente, toda la cara. Yo no le dije nada, sólo la contemplé en silencio, confundido. De repente, unas tímidas lágrimas blancas me brotaron y se esparcieron libres por todo mi cuerpo. En un principio, temimos estar cometiendo una falta; pero luego, los dos asentimos, porque entendimos perfectamente lo que sucedería luego. La profecía había sido escrita hacia miles de lustros: “Las tímidas lágrimas blancas surcarán el espacio corpóreo del vigía temeroso y la sombra se hará luz en la boca de la Gringa Atrevida. El aire condensado en una nube cósmica será el escenario ideal, para el enfrentamiento de los Titanes, la mañana siguiente, cuando el río turbulento se convierta en agua calma y cristalina”.

De pronto, vimos venir rápidamente, desde la otra punta del campamento, a Miss Catañon. La orgía estaba finalizando, los músculos se relajaron y toda la tensión de los cuerpos enredados, comenzó a ceder hacia la calma. Cuando llegó Miss Castañon, las demás ya se encontraban charlando tranquilamente. Ferralia y yo, también más tranquilos, estábamos atentos, para poder escuchar bien lo que diría, de acuerdo con la Profecía, la “Gringa Atrevida”. Miss Castañon era la consentida de Free Dark, el Adelantado —aunque, en ocasiones, coqueteaba con Danny Jack—, por eso era la que hacía las veces de matrona con las demás, era la coordinadora del grupo. «Si ya terminaron con los Maikel’s, pueden ir preparándose para agasajar a los soldados de Danny Jack, los muchachos están un poco desmotivados», dijo Miss Castañon. Las otras bufaron al unísono y comenzaron a quejarse. «Todas sabemos que somos fundamentales en esta misión de conquista. ¿Ustedes creen que yo no sé cuál es nuestra función? Sin nosotras estas chatarras monstruosas no funcionarían, pero también sabemos que ellos nos pueden ordeñar como a vacas para sacarnos los fluidos, y yo no voy a permitirlo». Se hizo un silencio y se miraron unas a otras buscando la aprobación general o una nueva voz líder, pero ninguna se atrevió a retrucar a Miss Catañon. «Tenemos que ser inteligentes y no dejarnos llevar por impulsos iracundos, porque con inteligencia podemos obtener todo lo que queramos. La autoridad imperial no enviará más provisiones de ningún tipo, hasta que Free Dark no logre los avances deseados en estas tierras». Nos quedamos estupefactos, sabíamos cuál era su punto débil, teníamos que exterminar a las Putitas. Las lágrimas blancas que cubrían mi cuerpo, se inflaron como una burbuja gigante que nos envolvió a los dos. Entonces, comenzó a levitar y nos condujo a toda velocidad hasta nuestro pueblo, donde los demás esperaban, en vilo, noticias del campamento de los Colonos.

Mientras nos elevábamos, en el centro de la burbuja se formó una especie de cordón húmedo con dos extremidades; rápidamente, nos dimos cuenta de que debíamos poner nuestras bocas en las salidas, para poder respirar; como dos hermanos gemelos en un vientre. Ferralia y yo experimentamos cosas que nunca habíamos sentido, ni siquiera en las Fiestas Venéreas, que nuestro pueblo celebra cada dos años para fecundar a Alguien, que en este momento no recuerdo bien quién es. Volando, pasamos sobre otros pueblos vecinos, sus habitantes, al vernos, comenzaron a seguirnos, corriendo o en sus medios de transporte. También pasamos sobre Belu Belu y los belunianos, al advertir el objeto volador en el cielo, comenzaron a disparar sus dardos de uranio enriquecido, pero viajábamos tan alto, que no nos alcanzaron. Al ver lo que sucedía, Montículo Tom, su líder y profeta máximo, ordenó detener el ataque y seguir, ellos también, a la burbuja.

4 comentarios:

ariel tenorio dijo...

estimulantemente eroitico!

Hernán Tenorio dijo...

Gracias, ¿te gustó? ¿te tocaste un poquito?

ariel tenorio dijo...

epaaaaaaaaaa, que pachooo?

Hernán Tenorio dijo...

Jajajaja!!!!!!!!!!!