viernes, 13 de julio de 2012

III


Los ojos “maduros”
que caían de las frondosas ramas repletas
extorsionaban a los objetos
con la idea fija
de dejar de mirarlos

Ella se comía a su esposo
o a una interpretación de éste
porque era la única forma de incorporarlo
ya que él
           era etéreo

Una porción de suelo acariciaba la saturación del silencio
y el instante se materializaba cuasi-reflejo
en la pasividad
                          que
              como almejas en una pesadilla
brotaba de las profundidades de la nada

Tengo un profundo respeto por el caos
pero no a todos los desvela

Es una cuestión innecesaria
como las gaviotas cuando mueren en pleno vuelo
y caen
  rotundas
en el agua

4 comentarios:

Mauro Quesada dijo...

Me encanta la musicalidad que tiene. Las imágenes de animales están perfectas. Una sola crítica: la referencia a la gramática estructural me da un poco de acidez.
Un abrazo

Hernán Tenorio dijo...

Jajaja!!! Sí, sobre la gramática, es que es un poema que tiene unos cuantos años, cuando me develaba pensando esas cosas, cursando la materia y bueno...
Gracias por tu comentario y nos vemos!!!

Anónimo dijo...

Un placer inmenso respirar tus palabras... Saludos!
Ely

Hernán Tenorio dijo...

Gracias, Elizabeth. Un abrazo!!!