jueves, 10 de julio de 2014

*


En la toma de conciencia
que suena hueca
por las taxonómicas paredes
y en el arrebato cruel
casi a siniestra  

En el intercambio dialogal e interactivo
que supone la huella de otro
la infidelidad en el secreto
el susurro deleble
la futilidad inminente y sorpresiva

cada paso a ciegas  

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante te felicito

Hernán Tenorio dijo...

Gracias, Anónimo/a, por pasar, leer y comentar!!!

Hernán Tenorio dijo...

Gracias,Gonza, por pasar y dejar tu comentario!!!

Lic. Stella Maris Zamora dijo...

Siempre profe son poemas para descifrar, muy buenas expresiones!!!

Hernán Tenorio dijo...

Gracias, Stella, por pasar, leer y comentar. Y sí, me gustan las intrigas!!!!

Javi Santos dijo...

La huella del otro, la influencia, el contrapunto o la parodia del otro. Las sentencias todas tienen su pie de apoyo, su antinomia o su condenación. Cualquier enunciado es, por lo tanto, incapaz de ser fundante, siempre uno, desmemoriado.¿Quién será quien puso a rodar esa rueda? ¿Cuál es el cero de la historia? ¿No será acaso que vamos por una escalera caracol ascendiendo con esfuerzo y sin embargo alguno ya lo pensó, ya lo dijo, ya lo hizo de alguna manera?

Hernán Tenorio dijo...

Javi, gracias por tu comentario!! Es verdad, no hay un Adán del lenguaje, creo que esto lo dijo ¿Bajtín?... Saludos!