Un
siglo,
ciclo
venidero,
dos
manos,
universo/unívoco,
brota
de mí.
Una
canción que estruja entre sus
piernas
la cándida dádiva;
la
esperanza de estar en esta casa
y
abrazarla
y
decir que nadie es uno
y
pensar que todo es nada.
Una
mañana
despierta
el epicentro del sonido que
enquistado
en el costado peligroso
abre
la boca y salen mariposas.
3 comentarios:
Cómo me gusta ese poema, Hernán! Cuando cree que va a naufragar, ese cierre abre una ventana hacia...las posibilidades, aun utópicas.El título es muy sugestivo, me recuerda al poema/tema de Lou Reed.
Quise decir: cuando uno/ una cree...Y ese uno/a es tanto el sujeto que habla en el poema como quien se lo apropia en la lectura.
Gracias, Isabel, por tus comentarios!!! Qué bueno, me encanta Lou Redd!
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