sábado, 23 de junio de 2018

Lastar los pasos


A la hora de la espera
el espejo se ha quebrado ya.
                                       Hace rato.
No en mí
sino en lastar los pasos de alguien más:
mis súplicas, tus miedos, las combinaciones…

Desde el cielo,
las pupilas públicas de lenguas muertas,
los encierros más lejanos,
manojos de uvas.

Es decir,
esas remesas de sentido
se alejan de la tierra firme,
desperdigados cinchos/cinchas.

─¿Dónde acaba esto?  

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